Pendrives y tarjetas USB personalizadas: aprovecha el BlackFriday

Los pendrives o memorias USB se han convertido en un elemento indispensable en cualquier oficina y también en casa. Que levante la mano quien no tenga uno de estos pequeños dispositivos, ya sea para trabajar o para compartir o almacenar fotografías, música, películas… ¿Nadie en la sala? Lo cierto que es a día de hoy se han transformado en la principal forma de trasladar y guardar información y datos.

Además, con el paso del tiempo, los pendrive han ido cambiando y sus diseños han ido evolucionando. Tanto es así que, hoy en día, podemos encontrar memorias flash con diferentes formatos y colores, así como con múltiples opciones de personalización para acciones publicitarias. Podemos encontrar, pues, pendrives personalizados con el nombre y la marca de una empresa, en un llavero, con bolígrafo… Otra opción son las tarjetas USB personalizadas, que aúnan el potencial de una tarjeta (diseño, información sobre la empresa…) con las funcionalidades de una memoria. ¿Chulo, no?

De hecho, cada vez son más las empresas que incluyen las tarjetas pendrive personalizadas en sus acciones de marketing, ya que se trata de un buen regalo promocional que resulta muy práctico para el que lo recibe y que actúa muy bien como elemento publicitario.

Pero ¿qué sabemos sobre este invento del siglo XX que se ha convertido en indispensable en nuestro día a día? En BlackFriday hemos indagado un poco para recuperar la historia de estos pequeños dispositivos:

Lo cierto es que el origen del USB se remonta a las últimas décadas del siglo pasado, cuando dos empresas americanas empezaron a comercializarlo en los EEUU con nombres como Disk-on-key o Thurmbird. Desde entonces ha llovido mucho, pero este invento no ha parado de multiplicar éxito hasta llegar a la alta penetración en el mercado de la que goza actualmente.

Un éxito que se debe, por un lado, a su comodidad y a la estandarización en la conexión (prácticamente todos los aparatos tecnológicos cuentan con un puerto USB), pero también, por otro lado, a su funcionalidad. No se puede negar que se trata de un elemento muy práctico que ofrece una gran capacidad en un pequeño espacio, manteniendo además nuestros datos perfectamente protegidos de los agentes externos. Los pendrives son resistentes y seguros, a diferencia de otros sistemas, como los CDs, más sensibles a ralladuras o altas temperaturas.

Además, son asequibles (puedes aprovechar el BlackFriday para conseguir los últimos modelos a precios muy reducidos) ¿qué más se puede pedir?